Boys Over Flowers (2009). El drama que no le pondrás a tus hijos
Año: 2009
País: Corea del Sur
Género: Comedia, Drama, Romance
Capítulos: 25 tóxicos capítulos
Director: Jeon Ki-sang
Escritor/es: Yoon Ji-ryun
Reparto principal: Ku Hye-sun, Lee Min-ho, Kim Hyun-joong
Sinopsis: Geum Jan Di consigue una beca para la prestigiosa escuela secundaria Shin Hwa. Allí, es acosada por Gu Jun Pyo, uno de los estudiantes más ricos y populares. Sin embargo, pronto Jun Pyo se siente atraído por ella.
¿Por dónde empiezo…?
Boys Over Flowers (‘BOF’ a partir de ahora – que además le queda bien porque el drama es muy BOF! y muy BUF!) es la adaptación coreana del manga japonés “Hana Yori Dango”.
Uno de esos casos de cómic de éxito que acaba adaptándose por to’ quisqui. De hecho, este se ha adaptado en múltiples países: Japón, China, Vietnam, Corea del Sur, y seguramente hay alguna otra adaptación por ahí perdida.
Tras haber visto primero la adaptación china (“Meteor Garden,” un título que todavía no entiendo), tengo que decir que BOF es una versión mucho más fiel al manga original. No he visto la japonesa (por favor, no me hagáis ver la japonesa también), pero me ha confirmado esta fidelidad a la historia original alguien que leyó el manga en su día.
La versión china tiene bastante más censura, muchísimo (pero muchísimo) más relleno (49 episodios que se hacen eternos, la serie ya está pidiendo terminar en el episodio 10 o 12) y un final totalmente alterado y extendido hasta bastante más allá de lo que cualquier no-fan estaría suplicando.
La versión coreana tiene “solo” 25 capítulos, también se hace larga, pero en realidad relata de forma bastante fiel lo que pasa en el manga.
Entonces, hay que reconocerle todo esto a la adaptación coreana, a pesar de los problemas del material original.
Ojalá lo peor fuese los ridículos peinados que llevan
El caso de este drama es super particular.
Si te das una vuelta por las grandes bases de datos de cine y series de internet te encuentras que BOF tiene una calificación media de 7 u 8 puntos sobre 10 y una barbaridad de reseñas escritas.
Eso está muy bien, especialmente para un drama que tiene 15 años a sus espaldas en el momento en el que escribo esto.
Un drama que goza de un gran estatus en el mundillo.
Y no es sorprendente su popularidad, ya que este drama es histórico para el éxito de los k-dramas fuera de Corea. Supuso todo un hito, levantó un fenómeno fan y muchísimos jóvenes (que ahora son muy adultos) se engancharon a los dramas asiáticos gracias a BOF.
Sin embargo, al contrario que Coffee Prince, otro drama de la época y pieza clave de la Ola Hallyu, BOF ha envejecido fatal.
No solo por las pintas que me traen algunos de los protagonistas, especialmente los chicos, con ese estilo metrosexual japo. Ojalá solo ese fuese el problema.
El caso es que la principal trama romántica no hay por donde cogerla.
Es difícil no clasificar como altamente tóxica la relación romántica de ambos protagonistas, especialmente de él hacia ella, pues todo comienza cuando él “autoriza” que se le haga bullying a la chica.
El resto no es más que la típica relación hiper controlada por un Chaebol (niño rico) que tantas veces ha aparecido en dramas, tanto dirigidos a jóvenes como a adultos. Fruto de lo normalizada que estaba (y sigue estando) esta conducta en los principales países asiáticos, como Japón, China, Corea.
Hay que decir que en el mundillo del manga japonés prácticamente se acepta todo, la gente está acostumbrada a consumir autenticas barbaridades, y este drama, al beber de esa fuente y llevar a las pantallas esa historia, ha salido perjudicado con el paso del tiempo.
En cualquier caso, 15 años después de su estreno, la forma de aguantar la serie sigue siendo la misma: (1) no ser una persona que se ofende con facilidad, (2) recordar que esto es ficción y entretenimiento y que nadie te obliga a verlo y (3) tomarse a coña la manera que tiene la historia de volver a narrar la fábula de La Bella y La Bestia.
Si lo haces así, si la ves con la perspectiva del tiempo y tomándote a “broma” las relaciones en este drama, y lo pastelosas que son la mayoría de las situaciones hasta el punto en el que podrían reventar todos los medidores de glucosa en sangre que se encuentren en un radio de 100 km, te reirás a carcajadas más de una vez, porque…
Hay que reconocerle que algo de gracia tiene
No deja de ser extrañamente adictivo ver cómo la protagonista llega al instituto y se acaba abriendo camino entre los F4 para acabar siendo la mejor amiga de todos y la novia de uno.
Es divertido lo histriónico de su personaje y los cómicos y exagerados manerismos en distintas situaciones, como cuando se intenta infiltrar en la escuela.
Las relaciones de amistad y románticas son a veces tan ridículas y pastelosas que te lo tienes que tomar a coña y reírte.
Tanto la relación que la chica tiene con el músico autista —casi superhéroe– que acaba siendo su “amigo especial”, como la relación de ultra dependencia y amor-odio que tiene con el protagonista masculino, no hay por donde cogerlas, pero acabas enganchado al triángulo amoroso y te puede la curiosidad por lo que vendrá después.
De hecho, a partir de cierto punto, la serie se transforma en una serie de situaciones que se interponen entre la relación de ambos, provocadas principalmente por la madre del niño rico que, como es de esperar, se opone a la relación de su hijo heredero de un mega imperio corporativo con una “plebeya”, o bien provocadas por otras chicas envidiosas y/o por confusiones y accidentes estúpidos, etcétera.
Entonces, no te lo puedes creer, te lo cuestionarás muchas veces y dirás: “¿Qué hago yo viendo esto?”, pero si te descuidas llegarás hasta el último capítulo porque es extrañamente adictiva si te gustan los k-dramas.
Ver solo si quieres explorar
Aún así, no puedo recomendarla abiertamente a cualquiera, solo para gente que quiera explorar dramas clásicos o que, como siempre, sea muy fan los protagonistas, especialmente de un jovencísimo y poco-operado por aquel entonces Lee Min-ho, que empezó a labrar su leyenda ahí y que ahora puedes encontrar en superproducciones muy tochas.
Por otro lado, es el primer y único drama que he visto de Ku Hye-sun, que también cuenta con una gran base de fans. No me importaría darle otra oportunidad en otros dramas ya que realmente no lo hace mal en este, sino que la historia y puesta en escena es la que es y la pobre no puede hacer mucho más (salvo sostener la serie entera ella solita).
Eso sí, si vas a ver una adaptación de Hana Yori Dango, creo que la coreana es la mejor; o como mínimo es mejor que la china.
Por supuesto, ten en cuenta que, tanto el manga original como esta serie, están dirigidas a chicas adolescentes o jóvenes, por lo que es muy probable que no sea para ti (yo me sacrifiqué por NMCD), excepto si te mentalizas sobre lo que vas a ver y te lo tomas a cachondeo.
En este último caso te lo pasarás bien, pero ten cuidado, que igual se te acaba escapando una lagrimilla cuando pensabas que era imposible que “Boys Over Flowers” te emocionase.
Rafa